Bebederos para gallinas: cómo funcionan y cuáles elegir

La gestión del agua juega un papel fundamental en un gallinero, ya que permite dotar a las gallinas y a los pollos de la reserva necesaria de agua dulce que necesitan para vivir. En los días más calurosos del año, un pollo puede beber hasta medio litro de agua. Al igual que una nutrición adecuada, la disponibilidad de agua limpia y fresca es esencial.

¿Cuánta agua necesitan los pollos? El requerimiento diario es directamente proporcional al peso del animal. Las necesidades de los pollos son el doble que las de todos los demás animales domésticos. Se estima que el consumo de agua puede ser hasta tres veces el peso del alimento que se consume. Por lo tanto, si suponemos una ración diaria de 130 gramos de pienso, cada día una gallina puede consumir hasta 390 ml.

Otro aspecto importante para tener en cuenta es la temperatura del agua, que debe estar entre los 10 y los 15 grados. Si los pollos beben agua a una temperatura demasiado baja, las ponedoras pueden experimentar una reducción de la temperatura corporal, lo que puede repercutir en la puesta de huevos, así como causar gastroenteritis y congestión. Si, por el contrario, el agua que se bebe está demasiado caliente, la sensación de sed no se satisface, y esto lleva a beber más agua de la necesaria.

¿Y cuánta agua necesitan las gallinas? Las gallinas, al igual que los pollitos y los gallos, necesitan beber en grandes cantidades para vivir sanos y crecer en condiciones óptimas. Según los expertos, el agua es aún más importante para las aves de corral que la comida. Es por eso que cada gallinero debe estar equipado con comederos para pollos.

El mercado actual ofrece una gran variedad de soluciones: para entender qué bebedero para gallinas elegir, por lo tanto, es fundamental conocer el principio de funcionamiento de los productos en venta. De esta manera es más fácil de encontrar al producto perfecto para tus necesidades.

Bebederos para aves con botellas plasticas

Los bebederos con botellas son los más apropiados para los pollitos y se caracterizan por la presencia de un plato por donde corre el agua. Su nivel se mantiene constante gracias a una botella invertida.

En la parte superior del plato hay unos pequeños agujeros: de esta forma los pollitos tienen la posibilidad de introducir solo el pico, evitando mojar el resto del cuerpo y ensuciando así el agua.

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Los bebederos de sifón

Una solución alternativa está representada por los bebederos de sifón, que se recomiendan para pollos. De hecho, cuando los pollitos crecen, las gallinas y los gallos tienen necesidades diferentes, que pueden ser satisfechas por este tipo de bebedero, tanto en términos de cantidad como en relación con la forma de beber.

En los bebederos sifón para gallinas, en la base, o sea en el punto donde está el agua a beber, se coloca un balde volcado lleno de agua, que se debe cargar desde arriba. Con esta precaución, el bebedero no tiene que estar lleno de forma continua, sino que, gracias a la fuerza de la gravedad, el cubo se va llenando poco a poco. Es decir, cada vez que los animales beben, toman una parte del líquido que luego se rellena automáticamente con el agua que hay dentro del sifón.

Los bebederos de sifón son apreciados por su facilidad de instalación y, en general, por su sencillez de manejo. Se recomiendan para cualquier tipo de cría, tanto si se trata de un número muy elevado de gallinas, como si se trata de una simple cría en casa.

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Bebederos automaticos para gallinas

Además de los modelos anteriores, también existen los bebederos de goteo, también conocidos como bebederos automáticos. Uno de los puntos fuertes de esta solución se refiere a la posibilidad, para las gallinas y, en general, para las aves de corral, de servirse a sí mismas y de llevar agua limpia y fresca siempre que la necesiten. Por eso los goteros son especialmente útiles cuando, por ejemplo, hay que ausentarse un tiempo de casa: nunca se corre el peligro de que las gallinas y los gallos se queden sin agua para beber.

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Conclusiones

Sea cual sea el tipo de bebedero por el que decidas optar, deberás comprobar con frecuencia que esté lleno, para que las gallinas no se queden sin agua. Este es un control que debe realizarse en cualquier época del año: obviamente con mas frecuencia en verano, cuando el agua tiende a evaporarse y se consuma mas rápidamente, pero también durante los meses de invierno, cuando hay el riesgo de que el agua se congele.

Además, hacer un seguimiento de la cantidad de agua que beben las gallinas le permite tener un control total de las condiciones de salud de las aves.

 

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